UNA EXPERIENCIA ÚNICA

La Casa de Rosa

Una experiencia que te permitirá recordar lo hermoso que es llegar a casa y preparar la mesa para sentarse y comer delicioso, con el toque especial que le da el preparar cada uno de los platillos que se comerán, desde preparar las tortillas y ponerlas en el comal pasando por la elaboración de las salsas, los tamales hasta decorar la mesa y compartir "como en casa", por supuesto que la cerveza, el tequila o el mezcal no podían faltar.

La experencia inicia en el patio trasero, observando la fogata, todos nos quedamos con las ganas de subirnos al columpio y mecernos bajo el árbol que durante el día ofrece una sombra y frescura sin igual, en ese momento aparece Rosa, luciendo un hermoso vestido de manta y bordado con hilos brillantes, quien nos invita a disfrutar el tiempo en su casa, por supuesto que el primer trago, ya sea de tequila o mezcal, es lo que marca el inicio formal de la travesía.

La Casa de Rosa

Lo primero que hay que hacer al ingresar a la casa es lavarse las manos y colocarse el delantal, luego empieza el recorrido por la cocina, el chef Fernando Pulido y su staff, encabezado por Doña Mary nos explican a detalle lo que se realiza en cada estación, la masa ya estaba lista para las tortillas o gorditas de chicharrón prensado y nosotros bien obedientes hicimos las primeras.

El grupo se dividió y unos hacíamos tortillas y gorditas mientras otros hacían las salsas con tomates verdes y rojos, el chile estaba presente y ya pedía ser mezclado en los molcajetes, en una vasija de barro se mezclaba el "castacán", la tradicional chicharra de puerco, que nos abrió el apetito.

La Casa de Rosa

Al fondo de la cocina un grupo preparaba los tamales de pescado (yo también puse cara de asombro al escuchar) los cuales se pusieron al horno durante un tiempo para su cocimiento, mientras eso sucedía ya algunos probábamos tacos o gorditas, entre bocado y bocado los vasos tequileros se llenaban, en un momento dado, Hugo, el primo de Rosa, abrió el refri y salieron las cervezas, la velada iba tomando un tono divertido.

La Casa de Rosa

Una vez preparados todos los alimentos a degustar en la velada, Rosa nos invitó a la mesa para ir probando cada uno y chuparse los dedos, gorditas, tacos de castacán, tlacoyos, cecina, tamales, frijoles, arroz, spagheti y muchas bebidas fueron desfilando en la mesa, por un instante iba a decir "ya no más" pero fui educado correctamente y no rechacé bocado, entre taco y taco los juegos tradicionales como el yoyo, trompo, balero y la lotería fueron la delicia de todos.

Al final pudimos probar los postres y hasta nos llevamos un itacate lleno de dulces a casa, agradecimos a Rosa, Fernando, Hugo, Mary y a todo el staff, supervisado por Diana, quienes fueron muy amables y nos guiaron en un viaje maravilloso, una probadita de lo que se vive a diario en muchas cocinas mexicanas, humildes pero cálidas, la tradición familiar es algo que perdura para siempre y acompañada de un buen bocado será imposible de olvidar.