Río Secreto: Una visita al inframundo
En la Riviera Maya tenemos la oportunidad de disfrutar de lugares increíbles, lugares con una magia que enamora, que transportan, que nos enriquecen, que nos recuerdan lo afortunados que somos al estar en contacto con pasajes y momentos únicos; uno de ellos es Río Secreto, ubicado a unos minutos al sur de Playa del Carmen.
Fuimos invitados para disfrutar de la belleza y majestuosidad de tan mágico lugar, desde muy temprano nos dirigimos al punto de reunión para tomar la transportación que se nos asignó, ahi estaba Tony, nuestro operador, muy atento a nuestra llegada y recibiéndonos con amabilidad y alegría, cumpliendo con las medidas sanitarias, nos tomó la temperatura y tras aplicarnos gel antibacterial en las manos, nos abrió la puerta del vehículo y ocupamos nuestros lugares asignados en base a los protocolos de sana distancia, para dirigirnos hacia nuestro destino.
Al llegar a las instalaciones de Río Secreto hicimos una pequeña parada en la recepción para que nos registráramos y recibimos nuestros brazaletes, al tener todo listo, iniciamos nuestra travesía, en ese momento no teníamos idea de lo que nos esperaba, lo que fue más emocionante aún, una vez que toda la documentación estuviera en orden nos dirigimos hacia el interior de la selva, por un camino de terracería.
Unos minutos después llegamos a una palapa en donde nos esperaba Raúl, quien sería nuestro guía por la cueva y los ríos subterráneos, tras una explicación a detalle respecto a la preparación para ingresar, nos dirigimos a la zona de lockers y baños para cambiarnos de ropa y ponernos los trajes de neopreno y los zapatos para caminar en el interior, chaleco salvavidas y casco protector con viscera y lampara, estos los prporciona el parque, cabe destacar que mientras nos enjuagabamos pudimos ver la cámara de ozono en donde desinfectan y limpian los trajes tras su uso, la seguridad y la salud son lo primero para los anfitriones.
Antes de ingresar a la gruta nos tomamos la foto del recuerdo junto al nombre del parque, desde ese momento nos dimos cuenta que el tour sería divertido, Raúl nos dejó en claro que la diversión estaría garantizada con su compañía, ahi conocimos a Luciano, el fotógrafo que nos acompañaría en la travesía, por lo que las sonrisas y las poses no faltarían.
Antes de inciar el recorrido por el inframundo nos detuvimos con el sacerdote maya, para presenciar una pequeña ceremonia en lengua maya, en donde nos desearon que el viaje fuera seguro, divertido y enriquecedor, caminar rumbo al xibalbá siginificaría renacer, más adelante entendimos porque nos lo decía con seguridad, una vez que nos despidieron iniciamos el camino hacia la entrada de la cueva, iniciamos con la ruta Palacio hacia Alegría.
Al ingresar a la cueva fuimos descendiendo con mucho cuidado, Raúl nos recomendó disfrutar el recorrido y tomarnos nuestro tiempo para que el viaje sea inolvidable, algo muy importante es seguir las inidicaciones, una vez que nos tomamos un respiro estabamos listos para el recorrido por el Xibalbá, la ruta del inframundo.
Conforme nos adentrábamos en la cueva fuimos observando formaciones maravillosas, pareciera que fueron diseñadas con tal detalle que el asombro era mayor conforme avanzamos, Raúl nos explicaba como es que se habian formado en el interior de la cueva, la filtración del agua hacia el interior ha sido una constante en la naturaleza de la región, la formación de cenotes le permitió a los pobladores vivir con el liquido vital de manera permanente.
El camino hacia el inframundo, el xibalbá, es mágico, misterioso, inigualable y conforme ibamos adentrándonos en el río podiamos sentir como nos abrazaba, nos enseñaba que siempre será importante respetar el entorno, caminar y nadar por un espacio maravilloso donde las estalacticas centenarias se encuentran cerca de ti, como saludando y las estalagmitas pareciera que te indican el camino a seguir es una experiencia increíble.
Algo que nos llamó poderosamente la atención es la habilidad de Luciano, el camarógrafo, para trasladarse por la cueva, en ciertos puntos nos deteníamos para las fotos y unos instantes después ya estaba adelante de nosotros esperándonos en otra locación, nos ilusionamos con el tema de la teletransportación o que era un ser fantasmal, sin embargo él nos explicó que conoce a la perfección la cueva que usa unos atajos para ir de un lugar a otro y sorprendernos con su cámara.
Al final del recorrido hicimos una pausa, ya cerca de la salida, apagamos las lámparas y guardamos silencio, un momento de meditación, un tiempo para reflexionar, para agradecer, la naturaleza ha sido bondadosa con nosotros, el Creador nos ha regalado un lugar tan maravilloso que lo menos que podemos hacer es ser agradecidos, respetuosos, protectores, en medio de la oscuridad, debajo de los árboles preciosos y las formaciones en el exterior, hay un lugar mágico, es parte de la reserva natural, ahi en secreto, siempre ha estado tan bello y majestuoso, lo hemos disfrutado.
Al salir a la superficie nos quedamos sin palabras, la experiencia ha sido espectacular, caminamos hacia la caseta para regresar el equipo de protección que nos dieron, la atención es de primera, amables, alegres, asi es el staff de Río Secreto, agradecidos por tantos detalles nos subimos al transporte y llegó la hora de comer, unos exquisitos platos de antojitos regionales, hechos a base de chaya, maiz, cochinita pibil, relleno negro, tamales y una salsa habanera que estuvo deliciosa.
El regreso a Playa del Carmen fue distinto a cualquier otro viaje, no salíamos del asombro, de hecho al escribir seguimos suspirando y recordando la experiencia, de hecho estamos planeando ir de nuevo, queremos repetir una y otra vez, hay una promoción atractiva para los playenses, un domingo al mes, el acceso está al 2x1, y el precio es muy accesible, por lo que les recomendamos visitar las redes sociales del parque y conocer precios y paquetes.
Río Secreto es un viaje a través de un museo de cristal, cuyas formaciones relatan la historia geológica de la tierra, y sin duda una experiencia transformadora de vida.